El año pasado teníamos la esperanza de que en 2021 estaríamos mejor, pero no solo no sucedió sino que empeoramos, y en el caso de Chacabuco, estamos muy mal. Además, parece que no serán solo nueve días de confinamiento estricto.
–La situación epidemiológica y sanitaria del país es muy compleja. Hoy estamos en el peor momento de la pandemia y coincido en eso de que creíamos que 2020 era el peor año que habíamos vivido y que teníamos la esperanza de que 2021 sería un año distinto. Ahora nos estamos dando cuenta de que está siendo peor que el año pasado. Si bien tenemos más conocimiento del virus y el sistema de Salud está mucho más preparado, lo que notamos es que la salida a esta pandemia que el mundo científico ya resolvió y los Estados desarrollados también lo están resolviendo, que es la vacunación, a nuestro país no está llegando. Al no llegar en tiempo y forma, la vacunación no es exitosa. Para que lo sea, técnicamente debe llegar en tiempo y forma, a cada uno de los vecinos o a cada uno de los grupos de riesgo. Al no llegar en tiempo y forma, hay varias cosas que se producen. Por un lado, lo sanitario; estamos dentro de los países con más cantidad de fallecidos por millón de habitantes. Por otro, lo económico; tenemos a vecinos de nuestra ciudad que van a estar movilizados porque tienen que aceptar el confinamiento como único método para paliar esta situación y el confinamiento no debería ser la única medida. Se puede utilizar esporádicamente en algunos casos, pero en realidad, es el testeo, el aislamiento y, sobre todo, la vacunación lo que nos va a sacar de esto. Hoy, lo que estamos viviendo es secundario a la falta de vacunas; vivimos una situación que es agotadora, que nos pone al límite a todos y es muy compleja y difícil. Al no haber vacunas, no nos queda otra que tomar y hacer cumplir estas determinaciones del gobierno nacional y del provincial. Quiero dejar eso en claro: el Municipio, al estar en fase 2, entra en los municipios que están en alerta, y al estarlo, debemos acatar las decisiones de los gobiernos nacional y provincial, y por lo tanto, el DNU que emite el Presidente, tiene carácter de ley, y al ser una ley, la tenemos que cumplir. No podemos, como municipio, incumplirla, porque estaríamos poniendo al Estado municipal por fuera de la ley, y siempre, por una cuestión de responsabilidad institucional, hemos cumplido con las determinaciones de la Nación y la Provincia. Más allá de que, a nivel local, el Hospital está saturado y al borde del colapso.

–¿A qué se debe la falta de vacunas en tiempo y forma? ¿A una negligencia del Estado nacional o a problemas en los países que las pueden proveer?
–Para mí, es multifactorial. Por un lado, se da la situación de que la producción de vacunas a nivel mundial no da abasto, y hay escasez, sobre todo para los países subdesarrollados. Soy muy crítico del papel que tiene la Organización Mundial de la Salud, que debería buscar equidad en la administración de las vacunas. Hoy vemos cómo Estados Unidos vacuna a turistas y la OMS, desde un punto de vista ético, tendría que hacer valer su opinión, su palabra, para que esas vacunas lleguen a los grupos más vulnerables de los países subdesarrollados. Por otro lado, también ha habido problemas de gestión para lograr que lleguen vacunas. Hay países, incluso latinoamericanos, que han conseguido mayor cantidad de vacunas y en tiempos más acotados. Hay múltiples factores, y también, territorialmente, la Argentina es muy amplia y hay que organizar todo lo que es la logística de la vacunación. Esto último está asegurado en la provincia de Buenos Aires.

–El gobierno de los Estados Unidos tomó la decisión de donar vacunas a varios países, entre ellos la Argentina, cosa que no hace por generosidad o altruismo, sino porque considera que la pandemia terminará cuando la enfermedad desaparezca en todo el mundo. Un país con gran cantidad de contagiados tarde o temprano lo perjudicará y hará que sus planes de vacunación queden en la nada.
–Tal cual. Estaba viendo que el gobierno español también está pensando en hacer una donación de vacunas. Se da una gran concentración de los países desarrollados, que son los productores de las vacunas, y son los que tienen la mayor cantidad de dosis. Obviamente, están vacunando a su población, pero también la OMS y los líderes mundiales deberían tratar de que las vacunas lleguen a cada lugar que tengan que llegar, sobre todo a los países más desfavorecidos y con mayores debilidades. Sin dudas, la salida a la pandemia es la vacunación; no es la cuarentena, no es el aislamiento, no es cerrar fuentes de trabajo. No es por ahí. Es la vacunación. Hoy, todos deberíamos acompañar la búsqueda de vacunas a nivel mundial y aplicar todos los resortes que tengan el Estado nacional y el provincial, y si existe la posibilidad del municipal, para conseguir vacunas para nuestros fabricantes. Sabemos que de esto depende el futuro de nuestra nación.

–Parece que la situación de nuestro país podría ocasionar que aparezca una variante argentina del covid-19.
–Cuando hay mucha replicación viral, el virus a veces comete como errores y eso genera mutaciones, y estas le dan características más resistentes o de mayor capacidad de infección, por eso el peligro, cuando hay mucha cantidad de casos, hay posibilidades de que salga una mutación que genere mayor infección, letalidad o agresividad. Es lo que ha pasado con las variantes Manaos y Reino Unido, que están presentes en nuestra ciudad. Con la misma actividad de la gente, veíamos un aumento importante de casos, había algo que no cerraba, que era anormal. Cuando mandamos a tipificar la variedad, aparecieron estas dos variantes, que hoy producen mucha más infección, por lo tanto tenemos más pacientes internados, más paciente en terapia intensiva y, lamentablemente, tenemos que ver uno, dos o tres vecinos fallecidos por día, que nos llena de dolor y preocupación a todos. Cada fallecimiento tiene un rostro, tiene una familia detrás y eso es muy, pero muy complicado.

–Estamos viendo diariamente una gran cantidad de internados en el Hospital Municipal, ¿cómo se encuentra el personal, que está llevando adelante una tarea agotadora?
–En el Hospital hoy tenemos casi setenta pacientes internados. Hemos tenido que trasladar los servicios de Ginecología y Obstetricia, y de Neonatología al Sanatorio para que queden dos alas de internación libres y poder sumar camas. El personal de Salud ha hecho y hace un trabajo enorme, pero está agotado, está exhausto. También está decepcionado cuando ve que hay quienes no cumplen con los protocolos, y no hacerlo genera más infecciones, más internados, más sobrecarga del sistema de Salud, y también hace que tengamos que restringir algunas actividades. Eso va todo de la mano; hay que tratar de concientizar, de repetir y repetir el mensaje de que la única forma de que en Chacabuco podamos tener la mayor cantidad posible de rubros abiertos, es si cuidamos los protocolos entre todos, si nos acompañamos, si somos solidarios. Va por ahí lo que tenemos que hacer.

–Hasta este confinamiento de nueve días se permitían algunas actividades y otras no, lo que llevó a muchos vecinos a quejarse por la utilización de criterios desiguales, por ejemplo, se pueden hacer cultos religiosos en lugares cerrados, con hasta veinte personas, pero deportes como el hockey no pueden entrenar al aire libre, con 22 personas en una cancha de 91,40 metros por 55.
–Nosotros vimos que las semanas anteriores a la fase 2, muchos de esos rubros, no todos, no era tanto la actividad lo que generaba el contagio, sino el relajamiento de los protocolos en la previa y en el post. En el caso del padel, del fútbol, del hockey, la juntada antes y después de jugar, incluso con fotos subidas a las redes sociales y etcétera, y hablando con integrantes de clubes, se veía que no se cumplían los protocolos como se debía. Por eso se tomó la determinación de restringir las actividades hasta bien nosotros podamos aplanar la curva y darle un respiro al sistema de Salud. El tema no es el espacio, es la conducta que tienen algunos de quienes practican esos deportes. Se juntan todas las jugadoras o jugadores y no se respeta el protocolo, al no respetarse, hay que tomar medidas restrictivas, no queda otra. Estoy seguro de que cuando se vuelva, lo van a cumplir porque ahora se ha tomado conciencia, pero en el mientras tanto hubo que tomar estas conductas que no nos gusta tomar porque afectan a un montón de vecinos, pero a veces es necesario.

–Volviendo al Hospital Municipal, ¿estamos corriendo el riesgo de que pueda llegar a situaciones extremas provocadas por un colapso?
–Si no respetamos protocolos, si no disminuimos la circulación, va a ser muy difícil el manejo del sistema de Salud, que como te decía al punto de saturación. Hay que ser muy cautos, hay que cuidarnos entre todos, hay que ser muy responsable. Lo que genera este aumento de contagios es que muchos vecinos se juntan en reuniones sociales. No se trata solo de fiestas clandestinas con 200 personas, reuniones sociales son familias que se juntan a comer un asado un fin de semana, entre diez o doce personas, y no utilizan las medidas de protocolo. Todos somos responsables de esas inconductas, porque eso después repercute en el sistema de Salud, en el comercio y en un montón de cosas. Entonces, lo que hay que hacer es tomar conciencia y cuidarnos entre todos.
Lo que quiero dejar en claro es que nosotros, los municipios, estamos atados de pies y manos. El decreto del Presidente tiene carácter de ley. No podemos salirnos de ahí; no podemos habilitar o flexibilizar cosas porque no lo permiten el gobierno nacional y el provincial. Entendemos la situación y la angustia de los comerciantes, que también tienen el temor de que esto no sea por nueve días, sino por más. Veo eso inviable porque muchos están al límite.

Fuente Eduardo Carboni para Diario De Hoy.