El presidente Alberto Fernández sostuvo ayer que 'nadie quiere' sufrir un atentado como el que padeció la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y reiteró su advertencia por los sectores que 'promueven un discurso confrontativo y de odio que penetra en la cabeza de mucha gente'. En diálogo con los medios que siguieron la gira de la comitiva oficial en Estados Unidos, entre ellos Télam, el mandatario se abstuvo de opinar sobre la causa que investiga el atentado contra la Vicepresidenta pero pidió 'no minimizar' el hecho.
Al hacer referencia al discurso que brindó ante la 77° Asamblea General de la ONU, el mandatario expresó que 'tras la pandemia se ha generado un desánimo social muy grande en todo el mundo, y eso es aprovechado por sectores reactivos, a veces más de izquierda, a veces más de derecha, pero prevalecen los de derecha, y promueven un discurso confrontativo y de odio que penetra en la cabeza de mucha gente'.
Por ese motivo se mostró interesado en que se 'regule de algún modo el uso de las redes sociales' para que en esas plataformas 'deje de circular el discurso violento y de odio'.
'Nadie quiere lo que le pasó a Cristina; nadie quiere que le pase a nadie', insistió el mandatario. En esa línea recordó que 'hubo gente que fue y tiró antorchas prendidas en la Casa Rosada, bolsas mortuorias'. 'Pusieron una guillotina en la que yo aparecía cada dos por tres colgado en Plaza de Mayo', recordó. Al respecto, pidió 'entender que eso no es bueno para una sociedad, sino que es definitivamente malo'. En ese aspecto, señaló que 'ver a un grupo de personas que hablaban entre sí con la frialdad con la que hablaban es algo que preocupa', en referencia a la banda acusada por el intento de asesinato contra la vicepresidenta. También aludió, sin nombrarlo, al expresidente Mauricio Macri, al afirmar que 'tampoco lo podemos minimizar diciendo que son un grupo de loquitos'.