'Feliz de que nuestra querida Universidad de Buenos Aires se consolide como la mejor universidad iberoamericana. Mañana (por hoy), con mucho orgullo, retomo el dictado de las clases a distancia de Teoría del Delito y Sistemas de la Pena. #OrgulloUBA' tuiteó anoche el Presidente. Y cumplió.
A las 11 ya estaba conectado desde la Residencia de Olivos acompañado por sus alumnos, volviendo a una de las actividades que mayor placer le causan: dar cátedra y mantenerse en diálogo con los jóvenes. 'Es su forma de palpar lo que está pasando en la sociedad', dijo un amigo de Fernández en diálogo con Infobae, abogado como él, y preocupado porque debido a la intensa agenda presidencial se siente obligado a alejarse de las actividades que más disfruta.
Dos horas después, la clase, que en un momento fue interrumpida por su perro Dylan, continuaba y sus alumnos seguían con atención sus recomendaciones bibliográficas junto al adjunto, el abogado penalista Adrián Rois, que es el que lleva la materia desde que el titular llegó a la Presidencia de la Nación. Porque aún siendo candidato, Fernández se hacía el tiempo para dar sus clases. Incluso habiendo asumido repitió la experiencia, confortado de volver a caminar los pasillos de la Facultad y reencontrase con sus alumnos después de haber jurado como Presidente.
Hoy, en especial, se detuvo a explicar de qué se trata el 'principio de reserva de ley en el orden penal', que viene impuesto constitucionalmente por dos incisos del artículo 19, que exige la descripción legal de la sanción asociada a un eventual delito. También tipifica criterios mínimos de racionalidad y justicia en las sanciones disciplinarias.
Fue el 13 de diciembre pasado cuando, en rigor, fue para tomar los exámenes finales y controlar en forma personal si sus alumnos habían comprendido los contenidos y cuánto habían estudiado, ayudándolos cada vez que enredaban con algún concepto, intentando que aprobaran si demostraban interés y estudio.
En el ranking de la consultora británica QS, la UBA se consolidó como la principal universidad de América Latina y escaló hasta el puesto 66 a nivel global, registrando u nuevo ascenso. En 2015 se colocó en el puesto 198 subió hasta el 66 en solo siete ediciones, quedando por encima de otras institucionales como la Universidad Nacional Autonoma de México (UNAM), la de San Pablo y la Católica de Chile.
'Es una marca histórica. Nunca una universidad iberoamericana, sumando España y Portugal, llegó a un lugar tan alto del ranking', celebró Alberto Barbieri, rector de la UBA.
En mayo, la UBA postergó el reinicio de las clases presenciales a raíz de la continuidad del aislamiento social con la suspensión de clases en todos los niveles, mientras que cada facultad decidirá cuando los estudiantes a punto de graduarse pueden rendir los exámenes finales.
La UBA había fijado el 1 de junio como fecha de reinicio de clases presenciales que se extenderían hasta marzo del 2021 en el presente año académico, pero a raíz de la continuidad de la pandemia por el coronavirus, el dictado de las materias continuará en forma virtual.
A principios de abril, la UBA resolvió reprogramar el cronograma para garantizar el año lectivo de cursada presencial. Entonces, anunciaron que el mismo reiniciaría el 1° de junio de 2020 y finalizaría el 12 de marzo de 2021, con un receso entre el 19 de diciembre próximo y el 17 de enero de 2021.
En cuanto al inicio del calendario del año próximo ante una eventual postergación a raíz de que los alumnos del último año del secundario podrían reprogramar contenidos en los meses de febrero, marzo y abril del 2021, el rector Alberto Barbieri apuntó que llegado el momento 'actuaremos en consecuencia y en forma coordinada con el Ministerio de Educación'.