Agradezco a cada vecino que se acerco al instante a socorrerme, no recuerdo ni se quienes o cuantos eran pero eran muchos.
Me hablaban para que me quedara tranquila, llamaron al Same, buscaron mis pertenencias que habían quedado dispersas en la vereda y calle.
Agradezco a la dra, enfermeras y camilleros que me hablaron tan dulcemente que me tranquilizaron!
Cada amigo, y vecino de la ciudad que se esta comunicando conmigo y mis papás, estoy bien, golpeada por todos lados, pero Dios me guardó de que me golpeara muy fuerte la cabeza contra la pared y este relato fuera diferente.
¡TENIA CASCO! Usemos siempre el casco.
Gracias