Después de varias postergaciones, finalmente comenzará mañana el juicio contra el oficial de la Policía Local Luis Oscar Chocobar (33), acusado de matar de dos tiros por la espalda a Juan Pablo Kukoc (18), un joven que minutos antes de morir había robado e intentado matar a un turista estadounidense para robarle su cámara de fotos junto a su cómplice, quien también será juzgado en las mismas audiencias.
Chocobar, que días atrás reapareció públicamente en un video que hizo divulgar en redes sociales y medios de comunicación, enfrenta una acusación grave, tanto por parte de la querella (que representa a la familia de Kukoc) como del Ministerio Público Fiscal.
Para Pablo Rovatti, abogado de Ivone Kukoc, madre de la víctima, el agente bonaerense cometió un homicidio agravado por haber sido cometido por un integrante de fuerza policial, con abuso de sus funciones. Para este delito la pena es la máxima: prisión perpetua.
En cambio, para el fiscal de instrucción Marcelo Martínez Burgos, titular de la Fiscalía de Distrito del Barrio de La Boca, y para Susana Pernas, fiscal del juicio, Chocobar cometió un homicidio agravado por haber sido cometido con un arma de fuego en exceso del cumplimiento del deber. En este caso, la pena es mucho menor; tiene un máximo de cinco años y un mínimo de dos, por lo que podría recibir una pena en suspenso y no ir a la cárcel.
Los jueces que decidirán el destino del policía nacido en Salta serán los integrantes del Tribunal Oral de Menores 2 de Capital Federal, Jorge Ariel Apolo, Fernando Pisano y Adolfo Calvete. Se estima que pasarán alrededor de 30 testigos, entre los que están los tres hombres que persiguieron a Kukoc y al menor J.P.R. (actualmente detenido, acusado de tentativa de homicidio criminis causa y tentativa de robo) y lograron recuperar la cámara de fotos que ellos le habían robado al turista Frank Joseph Wolek (60) la mañana del feriado 8 de diciembre de 2017.
Ese día, la secuencia que terminaría con la vida de Kukoc y cambiaría para siempre la de Chocobar, comenzó cerca de las 8, en la calle Garibaldi entre Olavarría y Suárez de La Boca. Kukoc y su cómplice se le fueron encima a Wolek, que paseaba por la zona de Caminito y le intentaron robar su cámara Sony.
El turista hizo fuerza para evitar que se la llevaran y durante el forcejeo los asaltantes lo apuñalaron una decena de veces y salieron corriendo por Garibaldi y luego hacia Olavarría con la cámara en su poder.
Los testigos Alexander Motta Ramírez, Enrique Ezequiel Espinosa y Jonathan Daniel Conde estaban en la puerta de un ciber y vieron pasar corriendo a los ladrones. Los tres vecinos se subieron a una moto y salieron tras los asaltantes. También los vio Chocobar, quien se sumó a la persecución a pie, después de observar a Wolek ensangrentado y casi desvanecido.
En el cruce de Irala y la avenida Suárez, Chocobar vio el forcejeo entre los vecinos y Kukoc. Gritó 'alto, policía" y disparó tres veces de manera intimidatoria con su arma reglamentaria, una pistola calibre .9 Bersa 'Thunder'.
Kukoc no acató la orden y salió corriendo por Irala. Chocobar lo siguió y en el cruce con Suárez y volvió a disparar varias veces. Dos balas impactaron en el cuerpo de Kukoc, que estaba de espaldas y cayó de boca al asfalto, herido de muerte.
En el debate se juzgará si Chocobar actuó de manera legítima, si se excedió en sus funciones o si, como plantea la querella, tiró a matar, algo que no debe hacer un policía cuando no corre peligro su vida ni la de terceros y menos cuando el ladrón huye de espaldas.
La defensa de Chocobar, representada en los abogados Fernando Soto (parte del ministerio de Seguridad en la gestión de Patricia Bullrich, director de Adecuación y Normativa de las Fuerzas de Seguridad en el Ministerio, que defendió al cabo de Prefectura Naval acusado de matar a Rafael Nahuel en Bariloche) y Luis Cevasco (ex fiscal general de Capital Federal durante el macrismo), intentará demostrar que el policía actuó de manera legítima de acuerdo a sus funciones.
'Al momento en que disparé el agresor estaba corriendo, él frenó y giró hacia el lado derecho como mirándome y ahí a unos siete metros de distancia de él, disparé. Él no giró del todo, tenía los pies en una posición y girado el tronco, en esa posición es cuando disparé dos veces', declaró Chocobar, que actualmente está en libertad, ante la Justicia.
Las pericias, los testimonios y las imágenes tomadas por cámaras de seguridad de la zona demostraron que mintió. Kukoc tenía el cuchillo con el que atacó a Wolek en el bolsillo y estaba de espaldas completamente cuando recibió los disparos.
De la autopsia surgió que Kukoc tenía lesiones de balas de atrás hacia delante, de derecha a izquierda y de abajo levemente hacia arriba. Y una lesión en la región posterior del muslo izquierdo, con una trayectoria de atrás hacia delante, de derecha a izquierda, y de arriba y prácticamente en línea recta. La causa de muerte de Kukoc, determinada macroscópicamente, fue por heridas por proyectiles de arma de fuego: hemorragia interna y externa.
Se comprobó que la primera bala que impactó en el cuerpo de Kukoc había rebotado en el asfalto antes de lastimar la humanidad del ladrón. Y que la segunda fue directa hacia la arteria que pasa por adentro del muslo y que, cuando se rompe, se convierte en una herida mortal.
Las pericias hechas durante la instrucción determinaron que el tirador se encontraba por detrás del damnificado a una distancia imposible de precisar, pero por las pruebas realizadas, muy posiblemente superior a los siete metros, dado que, a distancias menores, no fue posible reproducir disparos con un rebote. Esto, también, indicaría que contrariamente a lo que dijo Chocobar, Kukoc estaba lejos, de espaldas y, por lo tanto, no era una amenaza para su vida ni para la de nadie más.
'Si bien se determinó que la bala que impactó en la zona lumbar fue producto de un rebote, no menos cierto es que las balas ingresaron al cuerpo de Kukoc por detrás, lo que indicaría que los disparos fueron efectuados mientras Kukoc corría de espaldas', admitió el fiscal Martínez Burgos en el requerimiento de elevación a juicio de la instrucción, aunque también aclaró que 'Chocobar tuvo la posibilidad cierta de hacerlo de manera certera para quitarle la vida a Kukoc y no lo hizo'.
El investigador se preguntó si el policía se nubló por su inexperiencia y dejó la respuesta para el juicio. Pero a la vez remarcó que 'debe analizarse si excedió o no los limites propios de dicho instituto', en relación a su función como policía. Y agregó: 'Considero que Chocobar no adoptó los recaudos que, incluso en esa situación, le eran exigibles para que su accionar resulte lo menos lesivo posible y, en consecuencia, fue más allá de la necesidad de contrarrestar el peligro creado por la presunta agresión ilegítima. Teniendo en consideración la herida mortal (...), su reacción luce desproporcionada respecto a la agresión repelida'.
Rovatti, abogado de la Defensoría General de la Nación, que representa a la mamá de Kukoc, fue más allá: 'Chocobar incurrió en un apartamiento grosero de las reglas que rigen la conducta de todo funcionario estatal encargado de hacer cumplir la ley, al dispararle a Pablo Kukoc cuando corría, de espaldas, totalmente desprotegido'.
El debate tenía como fecha de inicio original el 24 de febrero de este año. Pero fue postergado en varias oportunidades. Primero debido a la falta de una pericia y luego por la pandemia. Inicialmente, Chocobar, quien está en libertad, iba a ser juzgado separado del presunto cómplice del sospechoso muerto, quien era menor de edad al momento del hecho, razón por la cual el expediente quedó bajo la órbita del Tribunal Oral de Menores 2 y no de un Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) ordinario.
La Cámara de Casación basó la decisión de pasar la causa a un tribunal de menores en tres cuestiones: que la investigación 'estuvo siempre a cargo de un único magistrado -el del fuero de menores-", en "razones de economía procesal' y en procura de 'asegurar una mejor administración de justicia'.
Soto y Cevasco reclamaron a la Corte que el juicio sea por jurados; es decir, que el destino de Chocobar, sea definido por un tribunal popular. Pero ese reclamo fue rechazado por los tribunales superiores, ya que no es legal ese modelo de juicio en Capital Federal. Para la querella, se trató de una maniobra para tratar de dilatar el inicio del juicio.
El caso Chocobar tiene peso específico. Días después de matar a Kukoc, el agente de Avellaneda fue recibido por la ex ministra Patricia Bullrich y por el entonces Presidente de la Nación, Mauricio Macri. En ese encuentro, Macri le dijo al policía: 'Estoy orgulloso de que haya un policía como vos, al servicio de los ciudadanos. Quedate tranquilo porque hiciste lo que hay que hacer y te vamos a ayudar a resolver tu situación'. Así nació la doctrina Chocobar.