Agradecimiento por la colecta de Caritas en nuestra ciudad.
El fin de semana del 12 y 13 de junio hemos vivido un acontecimiento movilizador que nos llena de esperanza, donde la caridad, el amor fraterno se hizo mano tendida a los que menos tienen.
En nombre de las tres comunidades parroquiales (Nuestra Señora de la Asunción, Santos Arcángeles y San Isidro Labrador) queremos agradecer el enorme entusiasmo, trabajo mancomunado, eficiencia y desinterés que movió a los voluntarios que realizaron la colecta en semáforos y supermercados de toda nuestra ciudad. Fue 'Caritas Chacabuco'. Todos juntos trabajando para los más necesitados de nuestra comunidad.
Caritas asiste en Chacabuco a unas 400 familias con alimentos y ropa. También realiza una enorme tarea de acompañamiento a esas familias, a las que visita. Se llevan adelante ayudas en materiales de construcción (ladrillos, sanitarios, aberturas, chapas, etc.) para mejorar viviendas. En algunos casos se compran medicamentos. Se realiza apoyo escolar y recientemente un proyecto de conectividad a internet en las capillas de las tres parroquias para que quienes no lo tengan en sus casas puedan contar con un lugar para las tareas escolares virtuales. Muchos proyectos para desarrollar huertas, tejido de acolchados también son concretados. Es una tarea silenciosa pero eficaz que mantiene encendida la llama de la valoración de la dignidad humana y la fraternidad. ¡No miremos para otro lado y pongamos nuestras manos abiertas al servicio!
El Papa Francisco en Fratelli Tutti (n°54) nos anima a trabajar juntos, a comprometernos con los hermanos y así hacer un mundo más humano:
'A pesar de estas sombras densas que no conviene ignorar, en las próximas páginas quiero hacerme eco de tantos caminos de esperanza. Porque Dios sigue derramando en la humanidad semillas de bien. La reciente pandemia nos permitió rescatar y valorizar a tantos compañeros y compañeras de viaje que, en el miedo, reaccionaron donando la propia vida. Fuimos capaces de reconocer cómo nuestras vidas están tejidas y sostenidas por personas comunes que, sin lugar a dudas, escribieron los acontecimientos decisivos de nuestra historia compartida: médicos, enfermeros y enfermeras, farmacéuticos, empleados de los supermercados, personal de limpieza, cuidadores, transportistas, hombres y mujeres que trabajan para proporcionar servicios esenciales y seguridad, voluntarios, sacerdotes, religiosas… comprendieron que nadie se salva solo.'
Durante todo este mes de junio en comercios de la ciudad y en las secretarías de las parroquias seguirán estando cajas para aquellos que quieran seguir colaborando. La colecta de este año superó ampliamente la del año pasado y aun no cerró. Todo lo recaudado será convertido en alimentos y otros artículos de primera necesidad que se distribuirán entre familias de nuestra ciudad.
Gracias enormes a todos los que colaboraron: los voluntarios y a cada uno de los que hicieron su aporte en las alcancías. ¡Dios ama al que da con alegría! (2Corintios 9,7)
Pbro. Alberto Gagliano; Pbro. Jorge Nowak y Pbro. Darío Kling