Sociedad

Columna de opinión: Destino Fatal

Jueves, 15 de Octubre de 2020 . 09:33 Hs.

"El número de contagiados en el mundo por Covid-19 roza los dos millones y a la par suben los fallecimientos, que ya van en 120.000."

En nuestro país, hoy confirmaron 14.932 nuevos casos y 350 muertes. Los casos activos superan los 150 mil. Son 4.316 los internados en unidades de terapia intensiva...

En el perjuicio sufrido por esta pandemia en todos los niveles por los que transitan los seres humanos, no tiene caso reparar. Lo sabemos, lo padecemos, lo vivimos a diario y hasta lo intuimos. Nos vimos afectados física y emocionalmente; social y culturalmente; política y económicamente. El daño ya es innegable y generalizado. Ni un sólo habitante de este planeta salió ileso; el que no falleció, sólo enfermó y el que aún no se contagió vivirá con miedo hasta que la actual enfermedad que corrió de su eje a la Tierra sea de ella erradicada. En el mientras tanto seguimos sumando días de angustia, de desazón e incertidumbre porque lo único que sabemos es que nadie sabe a qué nos enfrentamos. Hasta las mentes más brillantes de las ciencias médicas se ven ante una encrucijada frente a un minúsculo e invisible (a la vista) enemigo, el Covid-19...

Quizá el replantearnos algunas cuestiones en estos momentos podría resultarnos favorable. El Coronavirus es una enfermedad mortal. Es una enfermedad que en efecto deja secuelas, más aún: no se sabe todavía cuántas y cuán graves pueden ser. Y esos son los únicos por primordiales detalles que se deberían tener en cuenta y no caer en el seguimiento de estadísticas innecesarias como lo son los "casos negativos", los "recuperados" o la cantidad de personas que están obligadas a aislarse. Es un sinsentido porque si un ciudadanos lee -por ejemplo- "hubo 6 muertes" y en la misma placa aparecen "184 recuperados", la segunda cifra minimiza la primera. Hablamos de muerte. ¡¡Hablamos de seis personas fallecidas repentinamente!! Hablamos de seis familias sumidas en una profunda tristeza por una contingencia que tal vez se haya podido evitar... Y no reparamos en ello.

Ingenuamente, a nivel nacional, estamos fijando la atención en asuntos que no hacen más que dispersarnos: Si la Economía tambalea, si caeremos en default, si se dispara el Dólar, si se saturará el sistema de salud, si compraron respiradores, si entregaron camas de cartón, si estamos en cuarentena o si el presidente miente... Todo eso es inherente a la política, que si bien es "cosa pública", no es tan trascendental como nuestra Salud, como la VIDA misma...

Analicemos lo que sucede en nuestra ciudad. La curva de contagios en #Chacabuco (como en otros lugares del país) también va en ascenso. Ahora bien, a nivel local el deterioro comercial es un hecho. Las quejas de los comerciantes son evidentes pero quienes estuvieron a la vanguardia en los reclamos fueron los propietarios de los gimnasios que marcharon y argumentaron sus exigencias laborales en cuestiones saludables. (Ahí nos dispersamos). Entonces quien se ve en una encrucijada aquí es nuestro intendente, quien por evitar ganarse enemigos no toma decisiones más drásticas pero sumamente efectivas en este preciso momento. El contagio se está dando en aumento y el hecho de que se pretenda acceder a un número determinado para asumirlo como de "transmisión comunitaria", es una actitud sumamente riesgosa. Ya hubo seis fallecidos en nuestra ciudad eso es lo único que se debe tener en cuenta. Contabilizar no previene. Contabilizar no cura. Es más, no sirve como información, ni siquiera para retenerla. ¿Algún lector recuerda las dolorosas cifras citadas en el primer párrafo?

Estamos viviendo la post pandemia dentro de la pandemia misma. Y permítaseme repetir otro párrafo: "El Coronavirus es una enfermedad mortal. Es una enfermedad que en efecto deja secuelas, más aún: no se sabe todavía cuántas y cuán graves pueden ser". El daño a todo nivel ya no se puede revertir. Sí, lo que podemos hacer es evitar más contagios y la única forma es retrocediendo de Fase. Aunque sea para frenar la actual situación, para evitar complicaciones sanitarias. Pocos acá somos los que pensamos en el riesgo constante al que están expuestos los trabajadores de la salud. No hay conciencia cívica en nuestra ciudad. Carecemos de sentido comunitario. Por lo tanto, hoy se debería templar, morigerar nuevamente por unos días la actividad social . Le duela a quien le duela, le moleste a quien le moleste. Porque esa molestia, ese rechazo a tener que dejar de hacer ciertas cosas; esa indignación por no poder trabajar normalmente, ese fastidio por facturar mucho menos; esa bronca de no poder juntarnos con amigos... En resumen, esa sensación de no tener Derechos, no es nada comparada con el deterioro de por vida de nuestra salud. Cualquier inconveniente que vivamos hoy por volver a Fase1, por más desagradable y perjudicial que sea no es nada, no es absolutamente nada, comparado con la muerte de quien amamos ni con el posible fatal destino de nuestra vida...

Maria Eugenia La Rocca

 

 

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