Sociedad

Columna de opinión: Donda vs Píparo

Miercoles, 06 de Enero de 2021 . 17:20 Hs.

El participar tanto en las redes, me lleva a interactuar con mis pares de manera a veces poco feliz. Merecí muchísimos bloqueos por expresar lo que pienso. También adhesiones y cuestionamientos y es por eso que recurro hoy a mi propia intertextualidad para elaborar el presente escrito, el que espero sea compartido por aquellos que con este coincidan:

A raíz de cierto acontecimiento se exige hoy la renuncia de Victoria Donda pero a la vez se exime de culpa y cargo a Carolina Píparo, por otro... La última es una diputada de la nación y no merece en este momento mi "consideración" si me veo obligada a sospechar de ella porque se vio involucrada en extraño suceso. Píparo actuó y reaccionó públicamente como si ella fuera quien manejara su auto en el momento del "robo" y no me cabe a mí determinar qué sucedió realmente sino a la Justicia. Dije: "involucrada" y para mí es motivo suficiente para pedir su renuncia. Fundamentalmente porque quiero, anhelo, terminar con "las cosas poco claras" de este país. Mucho asco me da que dicha legisladora haya terminado esa noche vomitando en una Comisaría. Me da asco. Y no por el vómito en sí...

Lo de la Donda (titular del INADI, sí!), no resiste mi análisis: Explotó a su mucama pagándole mal y poco según trascendidos y ahora pretende indemnizarla otorgándole un puesto en el Estado. Abonando sus servicios y resarcimiento merced nuestros tributos. O sea: La ex hija de desaparecidos que orgullosamente avaló los asesinatos de sus padres y que se condujo a escupitajos por las calles, además de cínica y grotesca, es malversadora...

Salvando la diferencia que existe entre ellas como funcionarias; tanto Donda como Píparo están involucradas en hechos que rozan lo delictivo. Dado ello, aceptando o no lo que determine la Justicia, si queremos empezar a ser un país digno debemos exigir como sociedad que sendos procederes sean por nosotros descalificados, reprochados, condenados en futuras Elecciones...

No sé qué pensarán respecto de estos asuntos quienes me leen; ni qué sentirán. Les confieso -mis estimados- que a mi edad

(que es la suficiente como para saber qué pretendo soportar en lo que me resta de vida) ya estoy harta, agobiada, enfurecida, por tener que acatar lo que decidan qué hacer en mi país (y con los frutos de él) funcionarios cínicos o sospechosos; en definitiva, indecentes... Avasallan. Mienten. Censuran. Reprimen. Traicionan. "Meten manos". Roban. Y hasta fueron capaces de legalizar el quitarle la vida a un niño por nacer... Me enfurece, insisto, tener que respetar las leyes que dictan aquellos inmorales que no merecen ni mi consideración ni me respeto. No entiendo entonces cuál es el afán de muchos, de seguir defendiendo lo indefendible. Necesitamos de manera urgente depurar la clase política argentina. INDEFECTIBLEMENTE. Y no es "haciendo la vista gorda" la mejor manera de lograrlo...

Para terminar y deseando para el mundo y la Argentina un mejor año; digo en pocas palabras: Si van a estar por sobre mí... ¡Que sean MEJORES que yo. ¡#QueRenuncienLasDos!

MARÍA EUGENIA LA ROCCA

 

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