Tras la polémica, el Gobierno de Macri dio marcha atrás a la actualización del Protocolo de actuación para casos de interrupción legal del embarazo, que entre otros ejes autoriza a las adolescentes menores de 15 años a abortar en hospitales públicos, por considerar que cursar un embarazo a esa edad constituye un riesgo de físico y psicológico para su salud.

La decisión del secretario de Salud, Adolfo Rubinstein, que se publicó hoy en el Boletín Oficial, provocó rechazo dentro de la administración nacional. "Se cortó solo", describieron fuentes de la Casa Rosada sobre la actitud de Rubinstein.

A días de dejar el poder, el Gobierno sorprendió hoy con la implementación de la medida que además estableció que quienes tengan entre 13 y 16 años podrán abortar sin que se les pueda exigir la autorización de los padres, si se trata de un embarazo de menos de 12 semanas y de un aborto medicamentoso. Ya no sólo hablaba de adolescentes que hayan sufrido una violación, sino que ampliaba el derecho a todas aquellas que hayan quedado embarazadas y decidan que no quieren seguir adelante.

La novedad generó un fuerte rechazo dentro del macrismo. "Me parece lamentable y claramente inconstitucional la resolución del secretario de Salud ampliando de manera irresponsable las causales de aborto no punible y limitando la objeción de conciencia médica", sostuvo el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo.

Y agregó: "El secretario de Salud de la Nación no puede pasar por encima de un debate de seis meses del Congreso Nacional y legislar por sí mismo, contradiciendo normas de rango constitucional".

Pinedo no fue el única caso. Incluso, algunos legisladores repitieron en las redes las palabras del senador, como la senadora del radicalismo tucumano Silvia Elías de Pérez, y otros sumaron sus propias voces, como la diputada nacional electa por el macrismo porteño, Dina Rezinovsky, que directamente pidió la renuncia de Rubinstein.