Tras 23 años y cuatro meses sin trabajar como entrenador en Argentina, llegó Maradona y, al menos desde el ánimo y la expectativa, todo cambió. La popularidad y el carisma del campeón mundial de 1986 produjo un radical cambio de ánimo, instigando un tsunami de optimismo y elevando el ánimo más decaído a la altura del Everest.
Pese a todo eso, en el juego el equipo sigue sin poder plasmar las oportunidades que tiene y hoy no fue la excepción, cayó por 2 a 1 ante un Racing que por momento mostró pasaje de buen fútbol.
Inició de una ciclo con derrota, ojalá puedan llegar los buenos resultados para intentar quedarse en primera.