Deseo hacer público la desgracia que me tocó vivir estos últimos meses, dónde la delincuencia tocó mi puerta, marcaron mi casa y sufrí por quinta vez la vista de ladrones. El sábado 1 de octubre deje mi vehículo, en mi futura casa, para llevar a mi hijo al club San Martin. Cómo queda cerca, pensé que la camioneta iba a estar más protegida y me equivoqué. Mientras estuvimos una hora y media aproximadamente en la cancha, un delincuente ingreso, rompió la cubierta trasera de la camioneta y me robó los cables de la obra, una caja completa de herramientas, amoladoras, agujereadora, pala ancha, pala de punta, alargues de 30 mts y de 15 mts. En los robos anteriores se llevaron dos puertas placas recién compradas, una desmalezadora Steel FS 220, la estructura de hierro de una viga de 9 mts, palas, alargues, reflectores. Hice tres veces la denuncia y no pasó nada. Llevaron cosas demasiado grandes y nadie vio nada. Hay vecinos con cámaras y la policía, hasta donde se, nunca las pidió a pesar de que están acentadas en las denuncias. Es muy angustiante vivir así. Nunca creí que en nuestra querida ciudad íbamos a estar rodeados por delicuentes, que seguramente mantenemos con nuestros impuestos. Cómo se llegó a que haya gente que no estudia, no trabaja, que tiene todo el tiempo necesario para seguir nuestros pasos, que conozcan nuestros movimientos, nos roban sistemáticamente y no pasa nada. Cómo para terminar y no aburrir la cooperativa eléctrica se puso muy estricta con mi pilar eléctrico, cortándome el suministro eléctrico porque estaba 30 cm afuera de las línea municipal, lo que demoró la colocación de la alarma y las cámaras, con lo que podría haber evitado el último robo, cuando veo como en otras obras hay pilares habilitados hasta en el medio de la vereda. Sería bueno que la ley se cumpla y que las reglamentaciones se apliquen a todos por igual. El estado ausente se hace siempre presente para cobrarme impuestos que ya son una carga insoportable.

Gracias a todos los que me apoyaron y se preocuparon por mi.