El osobuco fue considerado históricamente como un corte económico, confinado al puchero de bajo costo y fuera del radar de la alta cocina. Hoy integra la carta de los restaurantes más destacados del ámbito porteño e internacional, donde se lo presenta en versiones braseadas, al malbec y como relleno de empanadas.
El cambio ocurrió en los últimos años, cuando chefs destacados decidieron darle una oportunidad a los cortes de carne más populares. Quizás fue por una cuestión económica o tal vez se debió a una necesidad creativa. Cual sea el disparador, el osobuco pasó a ocupar un lugar importante en las propuestas gastronómicas y, por consiguiente, en la demanda.
Durante años fue protagonista exclusivo del puchero, el tradicional plato familiar. Se trata de un corte económico, que guarda en el corazón del hueso un tesoro nutritivo y codiciado por todos: el caracú.
Actualmente, y como parte de una nueva tendencia culinaria que revaloriza los alimentos populares considerados poco glamorosos, el osobuco brilla en la oferta gastronómica de restaurantes de todo el país.