Mientras siguen las repercusiones por el violento intento de asalto en una casa de la ciudad de La Plata en el que un hombre y su hijo asesinaron con un hacha y una pesa a los dos intrusos que habían entrado a robar, se logró identificar a los ladrones y ambos tenían antecedentes penales.
De acuerdo a los primeros datos surgidos en la investigación, uno de los delincuentes asesinados ya había estado preso por robo y lesiones. El otro, también condenado en otra causa, ya había sido noticia hace menos de dos meses y lo buscaba la policía por haber aprovechado una salida transitoria para escaparse de la cárcel de Florencio Varela.
Se trata de Alejandro Claudio Guerrero, más conocido como el 'Pastor' Alejandro, quien llevaba cinco años detenido y el 4 de abril pasado, después de disfrutar de 48 horas de libertad por el beneficio de las salidas transitorias, tenía que volver a ocupar su lugar dentro de uno de los pabellones evangélicos de la Unidad 32, pero no volvió.
Durante varias semanas y pese a tener un pedido de captura sobre su cabeza, Guerrero no solamente consiguió mantenerse prófugo sino que además tuvo un gesto provocador al actualizar su estado de WhatsApp con una foto en compañía de la mujer de uno de sus excompañeros de celda: los dos se mostraban en una situación de intimidad, ella lo besa y él sonríe a la cámara.
Según reconstruyó Clarín en ese momento, el recluso traicionado los había presentado a Guerrero y a su novia en el patio de visitas y más adelante, cuando existió la posibilidad de que el 'Pastor' pudiera acceder a las salidas transitorias, le ofrecieron fijar domicilio en la casa vivía la mujer para que le otorgaran el beneficio.
Los días siguieron pasando y los rumores carcelarios sobre una venganza si Guerrero llegaba a caer preso de nuevo crecían de la mano con la preocupación de los investigadores que no lograban dar con el prófugo hasta que, ayer lunes, el 'Pastor' reapareció de la forma menos esperada.
El hombre que se había burlado de la Justicia y de sus propios compañeros de encierro, era uno de los dos ladrones que ingresó a robar a un campo de la Ruta 2, a la altura de La Plata, y fueron asesinados por las víctimas del robo.
Guerrero y su cómplice, que fue identificado como Matías Hernán Barrionuevo, estaban maniatando a los integrantes de la familia con precintos cuando llegó el dueño de la casa. En ese momento uno de sus hijos aprovechó la distracción de los asaltantes para tomar una mancuerna y pegarle al menos tres veces a uno de ellos en la cabeza. Era Guerrero, que antes de desplomarse en el piso llegó a disparar una vez contra Javier Gabutti, el propietario, y lo hirió en la pierna.
Barrionuevo también trató de escapar, pero a él padre e hijo lo persiguieron y cuando lo alcanzaron lo atacaron con un hacha en la zona del abdomen. Tenía 36 años y murió en el acto.