Un llamado al 911 en la madrugada del martes llevó a los efectivos a la casa ubicada en la calle 9 entre 24 y 26 de Punta Lara. La escena que encontraron fue devastadora: un bebé recién nacido estaba muerto dentro de un balde de agua.
La madre de la criatura, una joven de 26 años que tiene al menos otros dos hijos que no viven con ella, tuvo que ser trasladada en estado de shock y con signos de parto reciente al Hospital Cestino de la localidad de Ensenada, donde quedó internada en grave estado.
"La casa estaba llena de sangre, la chica estaba sola en su habitación y el bebé en el baño, boca abajo en un fuentón de agua", contó Martín Slobodian, Secretario de Justicia y Seguridad de Ensenada.
Por el momento, la causa fue caratulada como "averiguación de las causales de muerte" y quedó a cargo de la fiscal Cecilia Corfield. El resultado de la autopsia será clave para determinar si el bebé nació muerto o si, en cambio, llegó a respirar y se ahogó.