La empresa dedicada a la elaboración de vinos que surgió en nuestra ciudad en 1939. Desde Mendoza, donde reside desde hace años, Falasco se refirió al crecimiento sostenido que tuvo la bodega de su familia y también recordó sus años en Chacabuco.
'Mi abuelo, mi padre y mi tío comenzaron vendiendo vinos en Chacabuco y la zona', contó Falasco en la parte inicial de la nota. Luego relató que un cambio en la vida de la empresa se dio a partir de la entrada en vigencia de una ley, impulsada por José Bordón, ex gobernador mendocino, que establecía la obligación de que el vino sea fraccionado en origen, o sea, en la provincia en la que se elabora.
Al comienzo, dijo, la implementación de esta ley fue un proceso 'doloroso', pues la empresa debió cerrar su planta de Chacabuco y trasladar el total de su estructura a Mendoza. De todas formas, agregó, el final fue bueno, porque la industria vitivinícola creció, y surgió una industria nueva, la de los vinos finos, ya que la anterior era de vinos genéricos'.
En su caso, luego de realizar sus estudios iniciales en Chacabuco se radicó en Mendoza con la familia, donde la empresa tuvo un crecimiento que continúa hasta hoy.
'Muy orgullosos'
A Dios y a la Virgen gracias, nosotros crecimos bien dentro de Argentina, donde vendemos desde el norte hasta Ushuaía y desde Mendoza a Buenos Aires, y también exportamos a más de 35 países. Por lo tanto, estamos muy orgullosos. Esto lo inició mi abuelo y lo siguieron mi padre y mi tío. Lamentablemente, mi padre no está, pero lo continuamos nosotros, con mis hijos y el resto de mi familia y con los colaboradores que tengo, que los hice en la facultad, que son de mi riñón y amigos del alma', dijo, y agregó que se trata de una de las pocas empresas familiares que quedan en el sector vitivinícola.
'Como empresas familiares están Catena, Bianchi, Zuccardi y nosotros, y creo que no hay más. El resto se han corporativizado todas o se han vendido. Acá han venido muchos inmigrantes italianos y españoles que hicieron grandes estructuras y bodegas y realmente es una pena que eso haya pasado de manos', expresó.
'La vendimia es alegría'
Actualmente, la actividad vitivinícola se encuentra en los inicios de la vendimia. En el caso de las bodegas de Falasco, la recolección de las uvas comenzó el jueves último.
'La vendimia es alegría, porque los cosechadores tienen trabajo, lo mismo que los camioneros que transportan la uva desde el viñedo y los compañeros y los empleados de la bodega. También es alegría porque las bodegas reciben uvas para transformarlas en vino, que es la sangre de Cristo. Por lo tanto, todo el mundo está contento y eso se traduce en un derrame financiero en la economía', expresó, y dijo tener pendiente una visita a Chacabuco.
'Antes, cuando era normal el transporte en auto, cuando íbamos a Buenos Aires entrábamos a Chacabuco, lo cual para mí era una satisfacción porque es el lugar en el que nací y viví 18 años. Inclusive, después volví a vivir diez años más porque Chacabuco es una ciudad agradable, que tiene muy buena noche y muy buenos amigos. Ahora, que hay otros medios de transporte, como el avión, y que el tiempo es tirano, ya no es tan cómodo ir a Chacabuco. Igualmente, tengo pendiente un viaje porque Chacabuco tiene muchas peñas y todos me invitan', finalizó.