Les comentamos que hace un rato nos encontramos con un joven de 17 años llamado Santiago Arostegui, quien muy amablemente nos contó que lleva adelante este emprendimiento familiar donde el sale a vender los churros fresquitos y de primera calidad que hacen de manera artesanal.
El joven cursa el secundario en la Escuela Manuel Belgrano a la noche, con la platita que gana se puede comprar sus cosas y colaborar en la casa en estos tiempos difíciles.
En lo poco que hablamos conocimos a un pibe con ganas de salir adelante a pesar de las dificultades, ojalá le vaya bien. Le enviamos un saludo y le agradecemos por su humildad y gesto generoso de charlar con nosotros, Dios lo bendiga.