Quiero compartir mi dolorosa situación. Mi nombre es Sandra Guzmán, vivo en La Plata, mi papá de 84 años vive en Ojo de Agua, provincia de Sgo. Del Estero, y se encontraba internado en el hospital de dicha localidad. Desesperada por despedirme, me realice un hisopado, solicité permiso especial para poder ir con todo el protocolo correspondiente y a las 5 de la mañana emprendimos el viaje. Llegando a la localidad nos demoran diciendo que los test no tienen validez (todos negativos), mi hermana, mi cuñado y yo quedamos a la espera del comité evaluador, el cual nos deja continuar después de 5 horas de espera. Llegamos a la entrada de ojo de agua, alli nos dicen que esperemos a la doctora para que nos revise. Lo primero que manifiesta es que esos test no son válidos, lo cual es mentira ya que los mismos fueron realizados en el Instituto Medico Platense, y nos obliga a aislarnos 15 días cuando mi padre está agonizando, siendo su paciente sabe que esa cantidad de tiempo no es viable y sin dejarnos verlo tuvimos que volver a La Plata ese mismo dia a las 23.30
Mi papá sigue agonizando en otra provincia sin poder despedirse de sus hijas, y eso es responsabilidad de la doctora de Ojo de Agua y de la directora del Hospital de Oda.
Pido que se revea ese protocolo que ambas impulsaron cumplir, es un derecho y una necesidad despedirnos de nuestro seres queridos.
La empatía y la humanidad deben ser los pilares de todo ser y sociedad, en esta oportunidad nosotros solo recibimos desolación, maltrato y mucho dolor.
Sandra Guzmán a través de su Facebook