Al menos 260 cuerpos han sido recuperados por los servicios de emergencia israelíes del área del desierto próxima a la Franja de Gaza donde cientos de jóvenes celebraban un festival de música electrónica la madrugada del sábado, cuando el grupo terrorista Hamas irrumpió disparando.
Un portavoz de ZAKA, un grupo de voluntarios que se ocupa de recuperar los restos humanos tras ataques y otros desastres, confirmó este domingo a medios israelíes que hasta ahora se han recogido más de 260 cuerpos del lugar, situado cerca del kibbutz Reim, en el sur de Israel y próximo a Gaza.
Cientos de padres llevan desde el sábado esperando desesperadamente noticias de sus hijos desaparecidos en esta masacre que ha conmocionado a Israel y este domingo muchos se desplazaron a la comisaria de la ciudad de Lod, cerca del aeropuerto Ben Gurion, que fue habilitada como centro de denuncia de los desaparecidos.
'Vine para rescatar a mi hija, está secuestrada en Gaza. Vi un tiktok donde aparece rodeada de terroristas', contó este domingo a EFE un padre israelí que pidió el anonimato.
Este hombre contactó con su hija por última vez mientras la joven de 30 años se encontraba en un festival musical en el desierto del sur de Israel, que celebraba el Sucot, una fiesta judía.
El festival, quedó interrumpido por la sirena de aviso de ataque con misiles e inmediatamente grupos de milicianos armados a bordo de camionetas abrieron fuego en todas direcciones.
Israel se declaró el sábado en estado de guerra, después de que Hamas lanzara un ataque múltiple, por tierra, mar y aire, que tomó al país por sorpresa, de una escala sin precedentes, con el lanzamiento de miles de cohetes e incursiones terrestres en suelo israelí, donde han masacrado y secuestrado a decenas de ciudadanos.
En dos días, los muertos en Israel superan los 700 y más de 2.200 heridos, aunque las cifras pueden subir a medida que las tropas israelíes recuperan el control de áreas tomadas por Hamas.
Al otro lado, los bombardeos israelíes de respuesta sobre Gaza han dejado más de 430 muertos y 2.300 heridos; aunque en las últimas horas han atacado dos torres en la Franja, por lo que la cifra previsiblemente aumentará.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió a la población que la guerra será 'larga y difícil'.
'Pensábamos que íbamos a morir'
Testimonios registrados en Sederot, otra de las localidades cerca de la Franja de Gaza atacadas por los terroristas, también dieron cuenta de lo sorpresivo y brutal que fue el ataque terrorista del sábado.
'A cada segundo pensábamos que íbamos a morir', contó a la AFP Ortal Dadya, una israelí de 39 años, poco después de salir del cuarto donde se refugió con su familia durante la violenta incursión.
'Nunca vi algo así', dijo apabullada, en un sentimiento compartido con los demás habitantes de esa ciudad que tras el ataque quedó plagada de charcos de sangre y de cascos de balas.
Daniel Machluf, que estaba de visita en la ciudad, cuenta que perdió amigos. Otros resultaron heridos.
'Empezaron los cohetes y nos quedamos sentados esperando a que terminaran. Después, empezaron a oírse las balas', relató el joven, de 24 años.
'Sólo esperamos que ahora todo acabe', añade, mientras se escuchan explosiones en el fondo, procedentes de la gaza.
Yaakov Shoshani, de 70 años, contó que cuando se enteró de que hombres armados habían irrumpido en Sederot, agarró un cuchillo y un destornillador.
'Aquí han fallado todos los sistemas, todo lo relacionado con la inteligencia, la inteligencia militar, la inteligencia civil, todo lo relacionado con los sensores y la valla [de Gaza], todo ha fallado', dijo.