Pese a que en una cuestión de pocos meses los valores en dólares de las propiedades bajaron notablemente, el mercado inmobiliario se encuentra prácticamente paralizado. Las operaciones, que ya venían siendo pocas, se derrumbaron prácticamente a cero desde el inicio de la cuarentena. Algo parecido sucede en el rubro alquileres, sobre todo comerciales, en el que se dan renegociaciones de precios, y son pocos los nuevos contratos de locación que se realizan.
Acerca de esto último, el martillero Jorge Ortega comentó que la mayoría de quienes alquilan viviendas 'están cumpliendo y llevándolos al día'. Inclusive, dijo, en muy pocos casos se apeló al decreto presidencial que dispuso congelar el precio de los alquileres hasta el 1 de octubre.
'La mayoría tomó la opción de seguir pagando los alquileres como venían pactados', dijo Ortega, y estimó que quienes cumplen rigurosamente con los pagos establecidos son cerca del 80 por ciento de los inquilinos. En eso, dijo, la situación que se da en ciudades como Chacabuco es distinta a lo que pasa en Capital y el Gran Buenos Aires. 
Otra es la situación cuando se trata de locales comerciales, especialmente de aquellos que estuvieron más afectados por las restricciones, muchos de los cuales, como peloteros o salones de fiestas, aún no pudieron abrir.
'En esos casos, están muy complicados y por ahí se dan negociaciones individuales con los propietarios. Algunos les han condonado el precio del alquiler, otros los esperan hasta que recuperen la actividad y otros han usado los planes gubernamentales que hay para paliar la crisis', afirmó Ortega, que destacó la 'muy buena voluntad' que hay de parte de los propietarios en cuanto a que tienen en cuenta la situación de sus inquilinos.
'Por eso, si bien los alquileres se pagan del 1 al 10, algunos los cobran más tarde, o en dos o tres veces, a medida que los inquilinos van juntando la plata', expresó.
También hay casos de inquilinos de locales comerciales que decidieron rescindir los contratos para dejar la actividad.
'No es un porcentaje grande, pero son casos de gente que ya antes de la pandemia venían con problemas para cubrir los gastos fijos. Entonces, cuando empezó la cuarentena la situación se les complicó todavía más y han dejado la actividad, pero son casos muy específicos. Todavía no lo tomaría eso como una tendencia parecida a lo que pasó en 2001, cuando había gran cantidad de locales desocupados. Creo que la gente está buscándole la vuelta al negocio como para reconvertir la actividad, y ha avanzado mucho en las plataformas virtuales y el delivery. La mayoría ha tratado de adaptarse al aislamiento y la está peleando, pero todos con menos ingresos', afirmó.

'Entre un 30 y un 50 por ciento'

Por otra parte, Ortega afirmó que la compra y venta de propiedades actualmente 'está prácticamente en cero'.
'Aparte -dijo-, se dio una depreciación muy grande del valor de las propiedades en relación al dólar. Diría que en la ciudad las propiedades se han devaluado entre un 30 y un 50 por ciento. O sea, una propiedad antes estaba en 100.000 dólares, hoy se ofrece a 70.000, y de ahí para abajo'.
Además, agregó, lo que se ve en las consultas es que el mercado inmobiliario 'se ha pesificado'.
'O sea, el que hoy tiene necesidad de vender se adapta a aceptar que le paguen en pesos, y que el tiene la posibilidad de tener dólares, los hace valer muy bien en el mercado. Igualmente, toda esta situación ha hecho que todo el mercado se retraiga, porque la gente siente que esto va para largo y el que tiene alguna capacidad de ahorro, que en otro momento invertía en una casa, o en un lote a plazo, o cambiaba el auto, se ha retraído y espera a tener más certidumbre en cuanto a cómo va a ir el país de acá en adelante con esta situación que estamos viviendo', expresó el martillero, para quien este momento puede ser bueno para la realización de negocios por parte de quienes, además de ahorros, tengan audacia.
'Hay mucha oferta de venta en el mercado y no hay capacidad o voluntad de compra, lo cual ha hecho que los precios bajen. Eso no pasa solamente en Chacabuco, sino también en la propia Capital Federal', dijo Ortega. Igualmente, advirtió, hoy se hace difícil 'sostener el gasto fijo de las propiedades', lo cual incluye a las expensas, en el caso de departamentos, y los impuestos.
'Hoy hay costos fijos muy altos como para tener una propiedad desocupada. Por eso es que muchos tratan de vender', afirmó.
Mirando las perspectivas, Ortega dijo que la actual situación es 'mucho peor' que el corralito de 2001, ya que 'no se ve el final del túnel'. Además, remarcó que en la actualidad no hay crédito para hacer operaciones inmobiliarias.
'Hoy las políticas de créditos están más enfocadas al auxilio inmediato de la economía diaria, pero no hay líneas en cuanto al desarrollo de bienes inmuebles o muebles, como maquinarias. Eso hace imposible que alguien pueda acceder a su primera vivienda', concluyó.

Fuente Diario De Hoy