La tormenta aún no pasó pero está amainando pasito a paso. Hoy, un poco más tranquilos hacemos una pausa en la vorágine de estos dos meses que no imaginamos transitar, para AGRADECER (así con mayúsculas).
Al Hospital Municipal en todos sus conceptos, personal de enfermería, mucamas, cocina, médicos clínicos. Realmente no hay palabras para dimensionar toda la atención y el cariño recibido en ese lugar donde los corazones inmensos habitan las 24 horas.
A los traumatólogos que han trabajado en el quirófano con unas manos que eternamente agradeceremos Dr. Adrián Pérez y Dr. Marcelo Timorín. Al Dr. Martín Lavagnino por estar a disposición.
A la Directora del Hospital, nuestra querida Dra. Mariela Nawojczyk por sus visitas cariñosas portadora de una tranquilidad que en esos momentos no teníamos. A la Directora de Salud Dra. Celeste Trotti por esos abrazos sanadores que llegan al alma. A la psicóloga Virna Ventimiglia que Carlitos ha adoptado para siempre.
A la familia y amigos que han estado presentes desde aquel 30 de mayo que quisiéramos no recordar. De a poquito vamos saliendo, con la certeza de que hubo un ANGEL que siempre estuvo presente y nos sigue acompañando cada día de nuestras vidas.
Familia Recondo