La inflación de enero fue de 2,3%, como resultado de la tensión entre el congelamiento de tarifas y la estabilidad en la cotización del dólar y, por otro lado, la presión aportada por el reintegro del Impuesto al Valor Agregado (IVA) a los alimentos de la canasta básica.
La información fue difundida por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), que también señaló que el acumulado interanual alcanzó al 52,9%, inferior al 53,8% previo, debido a que la inflación mensual fue menor al 2,9% registrado en enero de 2019.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) del primer mes del año se ubicó debajo del 3,5% que surgió del promedio de las consultoras, bancos y economistas convocados por el Banco Central en el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), y acorde con la previsión formulada el martes por el presidente de la autoridad monetaria, Miguel Pesce, quien había adelantado una inflación 'menor al 3%'.