El gobierno bonaerense trabaja es una vuelta de los alumnos de los tres niveles educativos –inicial, primario y secundario– a las clases presenciales luego de las vacaciones de invierno, que terminan el 31 de este mes, pero solo en distritos del interior bonaerense, y bajo un protocolo estricto que combinará medidas nacionales de aplicación común en todo el país, con otras que se consensuarán con la comunidad educativa bonaerense. En el Conurbano, ese reinicio se postergará un poco. En ambos casos, el factor determinante es la situación epidemiológica.
El Consejo Educativo Federal –que reúne a todos los ministros de educación de la Nación– aprobó ayer, por unanimidad, un `protocolo para la vuelta a las clases presenciales que será de aplicación obligatoria en todos los establecimientos educativos del país. Contiene medidas que se habían adelantado, como el distanciamiento mínimo de 1 metro y medio entre los chicos y con los docentes en el aula –siempre que puedan ser ventiladas, si no será de dos metros–, con clases de una duración máxima de una hora y media.
Habrá control de la ventilación (natural y artificial), separación por planos (maestro de pie, alumnos sentados) y puntos de cruce de personas (ingreso, egreso, baños, comedores, patios de juego). También se prevé la posibilidad de clases alternadas, en casos de que las aulas no se adapten a las necesidades el distanciamiento.
Además, establece el uso obligatorio del tapabocas, indica que deberán evitarse las reuniones de docentes en espacios que no permitan cumplirla regla de distanciamiento, que se mantendrán además en los recreos, el lavado de manos con jabón o alcohol en gel –que debe ser provisto por la escuela– cada 90 minutos, la prohibición de compartir vajillas, mates, útiles o cualquier otro utensillo y la atención de padres u otros familiares solo con turno previo, entre otras serie de disposición, que abarcar también la adaptación de los contenidos curriculares, con una serie de 'contenidos mínimos 2020', pues no todos se podrán dictar de forma presencial.
En la Provincia
Pero sobre esa base, la provincia avanza en la aplicación de un esquema propio. Como en todos los casos, está centrado en la prioridad de la cuestión epidemiológica: por eso, la previsión es que los chicos puedan volver a las aulas luego de las vacaciones, pero solo en los distritos del interior, donde la cuarentena tiene un grado de apertura mayor, precisamente porque hay menos contagios.
La evaluación es dinámica, pero hoy, habría 71 distritos en condiciones de dar ese paso. Son los que están en fase 5 del ASPO. Hay allí unas 4.000l unidades educativas, de las cuales 3.500 son públicas y 500 privadas, y concurre al ella el 13 por ciento de la matricula total, de 5,2 millones de alumnos.
Ese retorno se produciría después de las vacaciones de invierno, que van del 20 al 31 de este mes, por lo que los chicos estarían en las aulas en agosto. Para los alumnos del Conurbano, la espera será mayor. Allí, las condiciones epidemiológicas obligaron a un endurecimiento de la cuarentena que comenzó el miércoles, y se estima que tardará más el flexibilizarse.
Hay tres criterios que deben cumplirse para la vuelta a clases en el interior: que se logre consenso institucional, que se den las condiciones epidemiológicas –estar en fase 5– y que existan condiciones edilicias adecuadas. Respecto de este último punto, la provincia intenta finalizar unas 875 obras iniciadas antes de la cuarentena, que no se detuvieron pero se ralentizaron durante la pandemia.
El consenso institucional será central: se trata de una serie de 25 mesas regionales en las cuales docentes, alumnos, gremios y autoridades educativas debatirán medidas y modos de aplicación concretos adaptados a la realdad de cada zona, adicionales a los establecidos en el protocolo adicional, que deberán ser debatidos también en cada uno de los distritos. Los modelos básicos para que cada región defina esa modalidad ya están casi listos, pero no oficializado. En la Provincia dicen que tendrá muy en cuenta la realidad regional: cómo hacer con los casos de alumnos y docentes que viven en un distrito y van a la escuela en otro.
Otra de las cuestiones que se prevé es privilegiar la vuelta de los alumnos que no tuvieron posibilidad de acceder a las clases virtuales y siguieron los contenidos a partir de los 8 millones de cuadernillos físicos que es repartieron. Un 25 por ciento de la matrícula de la Provincia está en esa situación. También tendrán prioridad de retorno los alumnos que estén en años previos al salto de nivel: el último o el primero de cada ciclo –primario o secundario– ya que se considera que esa cambio siempre es más difícil de transitar.
La Provincia no descarta tampoco cambios en el calendario escolar. Aunque la decisión no está tomada, podía haber alargamiento de las clases o adelantamiento del inicio el año que viene, y también cambios en la fecha y modalidad de la toma de exámenes, previstas en principio para diciembre. Otra variante en estudio es que algunos grupo de alumnos tengan un calendario diferenciado.