"Las verdulerías son la mejor farmacia". PUES CLARO. Nada mas conveniente para nosotros que usar esta frase.
Fue el tópico que decidimos desarrollar en esta segunda columna verde y para ese lado queremos encarar la escritura sin caer en discursos que suenen demasiado a promoción de productos propios. Tampoco intentar vender en este articulo una verdad absoluta cuando circula tanta información alrededor del asunto, sobretodo considerando que en esta misma página ya existen columnas escritas por nutricionistas y personas especializadas en la materia. Por eso, charlemos y veamos si podemos dejar un poco de aceptar como cierto todo lo que escuchamos en los medios de comunicación más populares y enfocarnos en hacernos bien a nosotros mismos.
Hablemos en criollo, si usted ostenta un bello vehículo que funciona con nafta, ¿le pondría gasoil conscientemente? ¿Le pondría fernet con coca en el tanque para que funcione? Claro que no, sería tonto de nuestra parte, hariamos pelota el motor.
Ahora pregunto, considerando que usted se ocupa de cuidar a rajatabla unos cuantos fierros con 4 ruedas y una bocina, ¿Está haciendo lo mismo con su propio cuerpo? ¿Está usted atento de lo que mete en su sistema? ¿Acaso está utilizando un combustible óptimo o está haciendo mierda su propio motor? Después de todo, el cuerpo es el único vehículo que lo acompañara hasta el último de sus días.
Pues bien, abro otra interrogante: ¿y si uno cree estar consumiendo productos inofensivos solo porque lo ve en la tele, en facebook, en las gráficas de la calle o en las revistas? ¿Acaso el espacio publicitario no se lo queda quien pone el dinero? Entonces ¿que tenga publicidad no significa que sea bueno si no que pone los billetes para comercializar mejor su negocio? Bueno, para reflexionar.
Otra idea loca, y si las firmas que controlan la industria alimenticia fueran las mismas que controlan la industria farmacéutica, ¿no sería conveniente que el combustible que metemos a nuestro motor lo dañara para luego poder vendernos el producto que lo repare? Solo es una idea loca, jamas se me ocurriría creer en conspiraciones semejantes en este mundo tan hermoso e inocente regido por seres humanos inteligente y sensibles.
Bueno, volvamos a la idea central, entonces suponiendo que lo que nos mantiene saludables no tiene tanta prensa como ciertos productos llenos de azúcar, grasas malas, agrotóxicos y otros químicos no muy piolas que manejan millones y millones de billetes, tal vez una verdulería o cualquier tienda con productos naturales abundantes en nutrientes sin tanto manoseo industrial no es que sea una farmacia, pero si una forma de no visitarlas tan seguido. Nadie discute los beneficios de la penicilina y otros grandes descubrimientos, estamos hablando de otras cosas que podríamos evitarle a nuestro cuerpo y ahorrarle dependencias, eso está claro no?
En las columnas venideras vamos a concentrarnos más en los beneficios de los distintos frutos que a nuestro cuerpo, a estos autitos de carne y hueso nuestros, hacen funcionar, moverse y pensar mucho mejor. Gracias por leernos. Nos vemos pronto.