El 21 de junio empezó el invierno. La tregua climática duró pocos días. Según los pronósticos del Servicio Meteorológico, el territorio nacional se prepara para el inicio de un extenso período con inyecciones de frío polar, nevadas, precipitaciones, tormentas y fuertes ráfagas de viento. El fenómeno coincide con un registro común: un notable descenso térmico que irá propagándose por todo el país para ratificar las condiciones del comienzo de la estación invernal.
"Podemos decir que es el primer ingreso frío intenso del año y que además se mantendría en el tiempo a diferencia de lo que tuvimos hasta ahora", expresó el meteorólogo Christian Garavaglia en diálogo con Infobae. Prefiere referirse a un frente de frío antes que catalogar este ingreso de aire polar como una ola de frío. "Se habla de una ola de frío cuando determinado lugar o ciudad puntual registra por al menos tres días consecutivos temperaturas mínimas y máximas por debajo de un determinado umbral que depende de ese lugar. Por ejemplo, la ciudad de Buenos Aires tendría una ola polar si se registraran temperaturas mínimas por debajo de 3,8 °C y temperaturas máximas por debajo de 12,6 °C. Se esperan bajas temperaturas esta semana, pero no tan intensas y persistentes en la ciudad como para cumplir ese criterio", aclaró.