Antes de elaborar un escrito armo alguna frase tal parafernalia. Arranco y voy intercalándola hasta ubicarla en algún intersticio del laberíntico texto en elaboración. Puede que sea la introducción. Un agregado suelto, un "entreparentisado", el objeto central, una nota al pie o la sentencia final… Lo mismo da.

Me inspira todo. Absolutamente todo aquello que toca mis entrañas. Sea por ternura, por emoción amorosa o por rabia; sea sobre la realidad política o surgido de una sobremesa cotidiana. E inmersa en una reflexión respecto de lo que percibo, redacto con espontaneidad el influjo de mis propias ideas. Muchos de mis lectores saben que no me interesa enterarme, si quiera, si lo que escribo es de su agrado.
Algunos soportan y aplauden mi generosa subjetividad... Otros la repelen. Pero lo cierto es que a pesar de mi solidaridad (esto de desparramar letras por doquier), nunca pude sacar de mi pródigo y habitual gesto un mínimo bocado, una tajada. Armarme de unas monedas, ganarme mi sustento, especifico.
No obstante como nada nuevo hay bajo la creatividad en la evolución humana, yo permuto mis fervorosas ganas de escribir por sólo una aprobación: Me basta y sobra con que me lean. Y cuando digo "una" quiero decir "una de tantas miradas". Y empecinada construiré un texto para seguir intentando sortear las barreras que de tantos me separan…

Mirá:
"Pienso luego escribo" es desde hace años mi pancarta. Suelo ser insistente con las cosas que me movilizan. Más intransigente con las cosas que me paralizan. Ignoro si uno sólo de mis vocablos logrará cambiar el mundo. (Al menos lo intento). Ese mundo construido con pensamientos, acciones, omisiones y sentimientos… Aunque confieso que no me interesa en absoluto cambiar lo que piensan otros muy cercanos a mí. Mis prójimos. Dije "cambiar el mundo" y pero el que habito a solas conservarlo como está. Quizá ese mundo mío es el mismo que el tuyo. Ese mundo de vos y yo; vos y yo indivisos e individuos que no gravitan en el universo inhabitable de los pérfidos, los cínicos, los embusteros; ¡Bah! De los abyectos que pertenecen a una galaxia que dista millones de años luz de la nuestra..."

Si ya terminé de armarla, después veré de ver (estratégica mente) dónde habré de entreverarla para entrelazarla a tu alma… Me refiero a alguna frase de mi autoría -siempre más polémica que política-. O sea: mi rimbombante parafernalia... ¿Captás ?

♥melr??(c) Junio de 2020
Chacabuco, Provincia de Buenos Aires