El 26 de Julio de 1816 nuestra Bandera fue establecida oficialmente por el Congreso de Tucumán, mediante una ley, como enseña patria. Y desde el año 1938 cada 20 de Junio en nuestro país celebramos 'el Día de la Bandera'... Supuestamente. No fue así en el día de ayer. Lo que se esperaba que fuera un día patrio destinado a honrar nuestra máxima insignia; a conmemorar su origen, a enaltecer a su creador -el General Manuel Belgrano- destacando sus virtudes y recordando con orgullo su legado… fue un día más de marchas. De salida a las calles con una lista de diferentes motivos. Algunos pudimos percibir casi un amague golpista por parte de ciertos opositores y usted preguntará porque marcharon… Ante la duda, súmele cualquier reclamo.

Es sabido que las marchas se han constituido en un factor de presión hacia el gobierno de turno. Auto convocadas u organizadas. Espontáneas u obligadas por pagas. Lo cierto es que, con escaso público o multitudinarias ya están incorporadas en el acervo sociocultural de nuestro pueblo. Naturalizadas. Marchamos por 'A', por 'B' o por 'Z'. Adoptamos un estilo de manifestarnos que puede oscilar desde una ovación hasta una violenta repulsa. Podemos salir a condecorar o a condenar a nuestros gobernantes; ello dependerá de hacia dónde flamee nuestro estado anímico... Y a juzgar por el ánimo actual de esta sociedad, el espíritu de la última marcha se vio contaminado aún más por el estrés que pesa hoy sobre cualquier argentino ya enterado de que un virus mortal lo acechará por un tiempo que puede ser breve u eterno; que puede enfermarlo o matarlo como un mástil sobre sí asestado. No se sabe.

Lo que sabemos es que hay un alto porcentaje de la sociedad que no votó por el actual presidente. Algunos hablan de un 41%, otros -los que incluyen las abstenciones- de un 49%. Seamos prácticos y redondeemos: La mitad del país es peronista. Y dentro de esa mitad peronista hay una mitad Kirchnerista. Cosas de la mixtura ideológica; la misma mixtura de reclamos que se vio en nuestro día patrio aunque algunos no quieran reconocerlo: ¿Cuál fue en verdad el lema que convocó la marcha en cuestión? ¿El 'No a la expropiación'? ¿La defensa de la República? ¿Otro 'que se vayan todos'? ¿Un 'andáte Alberto'? ¿En defensa de la Libertad? ¿Un 'No a la Cuarentena? ¿O un ¡Sí! a Cristina? La lista sigue y Usted preguntará porqué marcharon...

Nadie puede negar -'Sinceramente'- que Cristina designó a Alberto como su sucesor en lo que a poder se refiere. La ex presidenta lo convocó pero electo fue por la mitad menos uno del país. Es nuestro actual presidente aunque todos sabemos que el Poder lo sigue ejerciendo ella. Por eso aparecieron los decepcionados con Alberto (Que bien pueden ser los del Peronismo duro) porque él no hace lo que tiene que hacer, lo que prometió en su campaña. Y también los decepcionados con Cristina (La Cámpora.) porque ella lo deja hacer demasiado… A pesar de que las decisiones del presidente recaen también sobre ambos, ni unos ni otros marcharon el sábado pero seguramente en el Instituto Patria recogerán ganancias capitalizando esta queja popular, este surtido de reclamos, izados, subidos de tono, altos en el cielo… Porque los que sí salieron circulando a bocinazos, saltando cacerola en mano fueron los Macristas. Parecería que fantasean con la idea de que será 'su Rey' el puesto si siguen poniendo en jaque al actual presidente. Podemos presagiar que como le llegó el turno de ser oposición a la UCR/PRO/Cambiemos, terminarán haciendo lo mismo por lo cual tantas veces se quejaron del Peronismo: El hacerle la vida imposible a un presidente electo. Por eso reparando en este 20 de Junio ppdo. tan particular, desapercibido, ignorado; notaremos que la defensa del grupo agroindustrial 'Vicentin' fue la abanderada en la reciente convocatoria y el mixto descontento social manifestado, su escolta. Innegablemente los convocados no pueden ver más allá de sus enojos: La salud institucional de todo un país se quebrará si Alberto Fernández se ve acorralado y -renunciando- permite que Cristina vuelva a ser presidenta...

Admitamos que el reciente 'Banderazo Nacional' fue mucho más allá del apoyo a una empresa agropecuaria, una cerealera en situación financiera complicada. Se sumó el retiro de la filial argentina de la aerolínea LATAM. Se oyó el reclamo de los Jubilados. El llanto de los desocupados. El clamor de los defraudados. El grito de los indignados. La queja por los presos liberados, etc... Todo revuelto. Todo mezclado. Pero por suerte este banderazo numeroso, no aglutinó a muchos otros opositores. No adherimos algunos de los que si bien estamos disconformes y nos quejamos, defendemos la República día a día en forma más civilizada. Esto es, rindiendo homenaje a nuestros símbolos patrios cuando corresponde y respetando cívicamente una otra forma de conducir nuestro país aunque no sea de nuestro agrado. No desestabilizamos poniendo en riesgo la (actual) gobernabilidad. Porque tenemos plena conciencia de la duración del mandato presidencial, lapso ya establecido en nuestra Constitución (tan citada). Y para finalizar, sepamos además que -en plena pandemia- no es este un momento propicio para marchas masivas. Hay un potente virus acechándonos. Nuestra salud, nuestra Vida es un blanco móvil. A seis meses de un nuevo gobierno, no es tampoco momento de sobrecargarlo; fundamentalmente porque le restan seis meses más ¡y otros tres años! Así que, quienes marcharon este 20 de Junio en contra del gobierno, como tantas veces lo hicieron otros; no sólo empañaron un día patrio, sino que expusieron su salud y -contagiados- sin dudas siguen contaminando, infectando, nuestro sistema democrático.

Mari Eugenia La Rocca