Deportes

Me hubiera encantado salir Campeón de Turismo Carretera

Martes, 21 de Abril de 2020 . 17:55 Hs.

En una nota especial de Campeones por Instagram "Patita" hizo un repaso de sus años en el automovilismo y analizó la situación actual. Imperdible.

"Me puso 'Patita' un amigo. Y cuando iba a correr en la Fórmula Renault, Alberto Lopez, el dueño de galletitas Ocean, me dijo que lo mejor era poner en el auto 'Patita' Minervino, en vez de Luis Oscar, y así quedó. 'Patita' es fácil de recordar, porque cuando le digo a un chiquito cómo me dicen, al ratito ya lo repite", explica Luis Oscar "Patita" Minervino el origen de su apodo, el cual ya es una marca registrada en el automovilismo nacional.

Durante la charla que mantuvo con Carlos A. Legnani (h) por el Instagram de Campeones, Minervino hizo un repaso de su campaña, y también se refirió a los tiempos actuales, en donde se debe cumplir con el aislamiento obligatorio por la pandemia de Coronavirus. "Cuando estaba en actividad, no pensaba nunca dormir hasta las 10 de la mañana. Esto es un cambio muy grande", expresa.

En cuanto a sus actividades, y cómo afronta la cuarentena dice: "No tenemos que dejar de pensar y trabajar. Voy al taller solo, así cambio el aire. Miras todo lo que se logró. Tenemos que ser agradecidos y fuertes porque hicimos deportes". También indica que cuando todo esto pase, la gente tendrá se tomará más tiempo para los afectos, como el que tiene él con sus hijas Antonela y Micaela, y su hijo Lorenzo.

"Teníamos una peña que se disolvió y ya la vamos a recuperar. Somos como siete. Con esta experiencia que vivimos, vamos a estar más unidos. Y nos tomaremos más tiempo que antes", recuerda sobre esa peña que se reunía cada jueves de la semana para hablar de autos, mecánica y otros temas.

Chacabuco fue potenciándose en las carreras con las participaciones de Oscar "Colo" Espinosa en Turismo Carretera, en donde llegó a ser campeón con Chevrolet en 1980, y también Roberto Urretavizcaya, quien a finales de los setenta corrió con un Fiat 128 de la Clase B de Turismo Nacional, y después fue campeón de Fórmula Renault en 1982.

"Tito' era más grande que yo; conmigo corría la 'Oveja' Gustavo Mancuso, cuando arranqué con el karting en los zonales. Antes corría en motos, y como tuve un accidente mi padre me dijo que venda la moto y me compre un karting. Mi mamá me decía que vaya despacio, pero yo le respondía que si iba despacio no servía", rememora sobre esos comienzos.

La actividad del karting lo formó para crecer deportivamente. "Era un buen semillero de los chicos, te instruía como persona. Es un termómetro, te muestra cómo estás y te enseña mucho. Cuando empecé había chicos que andaban muy rápido, hubo otros que eran lentos, y eso me dejó una enseñanza: A los que andan más rápido hay que ganarle con regularidad y performance", sostiene.

Luego de su etapa de kart, llegó el momento de dar el paso al automovilismo, y como se hacía entonces con un monoposto. Así corrió primero en la Fórmula Renault. "Mis dos primeras carreras fueron con Depac. En Rosario sumé mi primer punto, el día que debutó Silvio Oltra, como compañero de Giacchino. A él, lo pasé en un entrenamiento por afuerta y Juan Carlos en boxes me recriminó. Era una categoría fuerte y me enseñó mucho. Había repechajes, series", resalta Minervino.

Con el tiempo se fue asentando en la especialidad y en una carrera que se disputaba en el veloz autódromo de Las Flores, protagonizó un incidente con Miguel Ángel Etchegaray. "Nos tocamos en la curva uno y discutimos fuerte. Como sería aquello que fuimos página central de El Grafico. Me suspendieron un año y a él también, porque venía de otra sanción por algo similar con Néstor Gurini en el autódromo", evoca.

Al cumplir con la sanción de la CDA del ACA, su principal patrocinante lo orienta para integrar la Fórmula Entrecor, que luego pasaría a ser nacional como Fórmula 2. "En diciembre del '85, López me dice de correr en la categoría; fuimos a Córdoba y nos compró un fórmula en lo de Oreste Berta. Lo armamos con suficiente tiempo", asegura.

"Manejar ese auto era maravilloso, porque producía un vacío por el efecto suelo, era impresionante", quien lidia en pista con duras disputas en pista con Luis José Di Palma y René Zanatta en el comienzo, y luego con Osvaldo y Gabriel Massei, Norberto Gentili, Omar Suriani, Amadeo Mannini, entre tantos. 

En la Fórmula 2 Nacional, consigue tres triunfos: Concordia '86, y dos en Buenos Aires, en el '87 y '88, en esta última ya alternando con su participación en Turismo Carretera. 

"Un día viene un amigo y me dice de pasar al TC. "Vamos a armar Ford. Y no quería hacerlo porque en el taller de mi papa atendíamos camionetas Chevrolet, que eran las que repartían productos de granja en la zona. Encima conocía al Tono Constantino", relata. "Di la prueba de suficiencia en el circuito '12' del Autódromo y me gustó ese circuito desde el primer día", repasa sobre su primera vez con un auto.

"Cuando empezamos en el TC afrontamos las devaluaciones que tuvo el país entre 1988 y 1989. Debuté en Balcarce, y no entré a la final. Fui al repechaje con 'Johnny' De Benedictis y Oltra, y quedé detrás de ambos. Entonces, entraban dos a la final", agrega "Patita", quien destaca: "Tuve virtudes de armar equipos con gente amateur y más grande que yo".

Con el paso de las carreras, se fue integrando al lote de vanguardia, en momentos difíciles para reunir el presupuesto. El primer triunfo en 1990, sobre la meta ante Roberto Mouras lo afirmó en la categoría. "Fue muy lindo ganarle a Mouras en Buenos Aires. Fuimos con pocas publicidades; el sábado viene un patrocinante y nos dio 800 pesos, después de negociar, para publicitar en el parabrisas", rememora.

"Gané la serie, pero no tan rápida y como entonces era por tiempo, largué la final en el puesto 14. Avanzamos y pudimos ganar porque Roberto venía complicado con el chasis", indica sobre su primer triunfo en el autódromo porteño, ante una multitud. "Y después de ganar, me llama en la semana Osvaldo Morresi y me dice que me consiguió un banco para pintarle en el auto. '¿andás flojo de publicidades?, venite que te pintamos el auto', me dijo", recuerda.

También resalta la actitud y el estilo que existía antes entre sus colegas. Por caso, hace referencia a una anécdota con Oscar Angeletti. "Tengo una experiencia fantástica. Corríamos en el 89 también en Buenos Aires, y me mandé un 'strike' con él y Oltra, creo que también le pegué a Marincovich en la horquilla", se acuerda.

"Me manda a llamar despues de la carrera, y como nadie quería acompañarme fui solo. Cuando me vé me pregunta si estaba solo, y me dice: 'Esa es una muy buena actitud. Vení para acá. Esto que hiciste no lo hagas más, me hiciste perder el campeonato", asegura.

"Al tiempo, en la primera fecha que se corría en Santa Teresita tiene el accidente con el Ford. A los pocos días me llama Jorge, y me dice que Oscar me daba cinco publicidades suyas para mi auto. Eso fue impactante", admite sobre la cesión de sponsor's de parte de el "Pupi" quien luego de aquél accidente en el Triángulo del Tuyú no volvería a correr.

"Si había incidentes venían a hablar, pero con buenos modales. Te 'acariciaban' el cuello, pero te decían las cosas como debían ser y te aconsejaban para correr en la ruta, porque era una forma muy especial para hacerlo. El sábado había tránsito, algunos hacían la tirada, y el domingo a las 9 de la mañana íbamos a fondo, sin saber cómo estaba el piso", asevera sobre esos años.

"En San Lorenzo, por ejemplo, había gente a 50 metros tomando mate en una avenida en la que nosotros pasábamos a 200Km/h.", sostiene sobre esas carreras en los semipermanentes de los ochenta y noventa.

Aquellas temporadas de 1996 y 1997 fue en donde peleó los títulos con Juan María Traverso, pero ante la performance del piloto de Ramallo fue subcampeón de TC. "Fuimos dos años consecutivos subcampeones. Traverso nos ganó bien. Cuando volvió a la categoría subió la vara. Pero soy sincero, me hubiera gustado ser campeón de TC", confesó Minervino sobre esos años.

Y reconoce que más allá de esos resultados, entonces el TC tenía una notable plantilla de pilotos y campeones. "A mi tocó pelear con Emilio Satriano y Oscar Aventín. Había un nivel bárbaro. Corrí más de doscientas carreras y solo gané 9 veces, pero al lunes siguiente ya estábamos trabajando con el equipo", destaca.

"Aprendimos mucho. Pasé gran parte de mi vida ahí, crié una familia", dice, y agrega: "En las cinco victorias en Buenos Aires, siempre estuvo mi padre. Mi hija mayor, Antonela, nació cuando yo estaba en una carrera de Balcarce, y mi mamá falleció el día que gané en San Lorenzo", sobre los momentos que afrontó en su campaña teceísta.

"Sin ser un gran piloto, tuve la virtud de llevar una persona a la derecha con responsabilidad. Y también de cerrar la puerta del auto y olvidarme de todo. No estoy arrepentido de lo que hice. Le doy el valor por todo lo que me dio el automovilismo", confía Minervino sobre sus logros.

 

PUBLICIDAD
Comercios
Guia comercial de la ciudad de Chacabuco
//CACHE VERSION: 2020-04-22 23:26:48