El intendente de Chacabuco, Víctor Aiola, se cortó sólo y a finales de la semana pasada picó en punta y llenó de montículos de tierra casi todos los accesos de la ciudad. En su objetivo de que el coronavirus no ingrese, el dirigente dejó a algunos vecinos del distrito fuera de los nuevos límites establecidos lo que demuestra cierta improvisación u al menos desconocimiento del territorio.
Un caso particular es el de aquellos que habitan sobre la calle 649. La barrera de barro fue colocada sobre el Acceso Juan XXIII antes de llegar a la esquina de esa calle y no, como en otros accesos, pegado a la Ruta Nacional 7. A su vez, el corte de la 649 también impide el acceso al Parque Industrial. Pero como si fuese poco, el camino, referenciado con la GNC también fue inhabilitado a la altura de la 649.
De esta manera, algunos de los vecinos quedaron totalmente imposibilitados de hacer un mínimo traslado. No pueden trasladarse ni por dentro ni tampoco por la ruta a raíz de la cuarentena dispuesta por el gobierno nacional.
Tal como manifiestan este grupo de vecinos, el cierre debería haberse instalado en la calle interna referenciada en la GNC a la altura de la Ruta 7.
Mientras tanto, y a pesar de contactos con los dirigentes que comandan las áreas encargadas del municipio, estos vecinos continúan literalmente cercados.