Queremos compartir con toda la ciudadanía de Chacabuco nuestra EXPERIENCIA de internación durante 15 días por haber sido diagnosticados Covid positivo en el Hospital Municipal del Carmen . Y quiero comenzar la historia contándoles que hace 19 años los doctores Mariela Barcos y Jorge Domenech y sus dos hijos llegaron desde Buenos Aires a radicarse a Chacabuco. Por razones particulares , iniciamos una amistad y en ese momento dijeron que estaban asombrados del hospital que tenía Chacabuco. Que la población de Chacabuco quizás no llegara a darse cuenta que las instalaciones y equipamiento eran de primera. Que estaba a la altura o con más nivel de lo que había en distintos lugares de Capital y alrededores, donde ellos se habían desempeñado. Gracias a Dios no hemos tenido que utilizar la atención del hospital, por ninguna razón, ninguno de los siete miembros de nuestra familia. Estrenamos el ala 3 el martes 6 de octubre, yo, Diana Palmentieri y el jueves 8 de octubre, mi esposo Fito Rucci. Con todos los síntomas de Covid, inclusive los dos con neumonia bilateral. No queremos detallar cómo la pasamos. Quienes han estado en contacto , quienes se han unido en cadena de oración, quienes se preocuparon por ser vecinos, o solamente seres humanos padeciendo el virus, saben que pasamos por muy alta fiebre, terribles dolores, desgano, apatía, falta de olfato y de gusto, insoportable dolor de cabeza, falta de voluntad y falta de ánimo, a pesar de que queríamos enviar órdenes a nuestra mente, el cuerpo no nos respondía. Inclusive yo, acepté la ayuda que ofrece el hospital de parte del equipo de Salud Mental, de la voz dulce y alentadora de la Psicóloga Luisina Cibiriain, a quien comienzo dándole las gracias. Y así 15 días después, fuimos dados de alta hospitalaria para venirnos a casa y seguir la recuperación con la misma "vida" que llevábamos en el hospital. Casi sin voz. Apenas pudiendo decir dos oraciones seguidas, que nos cansamos mucho. Como nos cansa el tele. Como nos demanda esfuerzo el celu. Despacio. A paso lento. Diez días aislados en casa sin contacto con personas, excepto aquellos que estaban en la casa cuando fuimos internados. Ya no contagiamos. Y tenemos inmunidad, si nada cambia con este virus tan mutante, por cuatro meses. Esto es lo que nos sucedió. Y lo contamos , de mi parte, en forma "didáctica " como me dijo una amiga de la escuela secundaria, para que se sepa de boca de quienes lo vivieron y puedan contar la experiencia. Ahora comienza el relato del AGRADECIMIENTO. No sabemos por dónde comenzar porque hay tanto para agradecer. Desde la recepción, con todas las precauciones y protocolo para ser atendidos, ya que mi esposo y yo, ingresamos distintos días , hasta por el personal de guardia. La doctora que nos hizo el hisopado y nos envió de forma inmediata a hacer la tomografía. El camillero que nos llevó. El personal profesional a cargo de tomógrafo. Las enfermeras y mucamas que nos acomodaron la pieza. El personal de laboratorio que vino a tomarnos las muestras. El personal de cocina . El personal de la lavandería. Nuestra primera médica , la Dra. Fernanda Callone. Nuestros doctores de cabecera Dr. Martín Palavecino (que todos los días de estos 15 días llamaba a nuestros hijos, les pasaba el parte médico y los contenía y les respondía a sus consultas y preocupaciones) y la Dra. María Alicia Pagola (con el resto del equipo profesional Dra. Cintia Pérez, Dra. Andrea D'Acciavo, Dra. Sandra Languilla, Dr. Hernán Soto, Dra. González Rivas y Dra. Natalia Ausili. El equipo de enfermeros profesionales y auxiliares de enfermería a cargo del "Colo" Salvador (y el equipo formado por Vicky Aparicio, Lidia, Roxy, Vanesa, Anita, Pablo, Claudia y Alberto) con tanta empatía y calidez. Las encargadas del laboratorio Fernanda y Andrea, con cuidado y delicadeza. Las encargadas de limpieza Nora y compañeras, quienes dos veces al día hacían limpieza de baño y pieza, y vaciando de los dos tarros de residuos (orgánico y patógenos). Las encargadas de lavandería Andrea, Xoana y compañeras, que con esmero nos traían las sábanas limpias y blancas. Las encargadas de recepción Mariela y compañeras, que diariamente se acercaban a la pieza a alcanzarnos agua y ropa limpia, con mucha bondad y buen humor. La cocina a cargo de Lucas y su ayudante Beto : excelente la comida, hasta con "mimos" en el Día de la Madre y la Familia, y satisfacer el "antojo" de un omelette . Nada nos faltó. Nada nos hicieron faltar. Nunca nos faltó una medicación. Nunca nos faltó una palabra amable, un "chiste cordial" porque éramos un matrimonio internados juntos por el virus. Nunca nos faltó profesionalismo. Nunca nos faltó calidad y calidez humana. Por eso hoy, nos ponemos de pie y les damos las GRACIAS. A todos. A cada uno. Y a nuestros amigos médicos Hugo Masciulli, Mariela Barcos y Jorge Domenech, que se comunicaban permanentemente y siguieron paso a paso nuestra evolución. Gracias a todo el HOSPITAL MUNICIPAL DEL CARMEN. ¡Gracias gracias gracias! Diana Palmentieri y Fito Rucci.