A Miguel Ángel Godoy de 55 años le habían dado arresto domiciliario en una causa por drogas en su casa de chivilcoy, incluso tenía puesto la tobillera electrónica pero nada de eso fue impedimento para armar junto un amigo una fiesta clandestina en su propiedad con más de 300 personas a las que por cierto también les vendió una entrada en su mayoría todos menores.
La insólita fiesta ocurrió el sábado en la casa donde Godoy estaba detenido, al llegar la secretaría de seguridad local y personal de Policía Comunal constataron para su asombro este accionar que rápidamente fue desarticulado.