Sociedad

TOC TOC... Cuando las obsesiones y compulsiones limitan nuestra vida

Lunes, 03 de Septiembre de 2018 . 12:37 Hs.
Por el Lic. Leonardo Ferraro.
Psicólogo. Matricula Provincial N° 10627

El trastorno obsesivo compulsivo es un trastorno neurobiológico. Las investigaciones muestran que en la etiología del TOC intervienen factores genéticos, además de un desequilibrio químico en el cerebro que genera mas vulnerabilidad a los síntomas (pensamientos recurrentes) y factores ambientales que generan estrés y ansiedad. No solo lo innato se pone en juego sino también lo adquirido. El TOC afecta al 3% de la población, con una incidencia mayor en hombres.

Lo que caracteriza principalmente al TOC son las obsesiones y las compulsiones. 
Las obsesiones son pensamientos, imágenes, sensaciones, que son intrusivos, es decir, se meten en la cabeza del paciente, y se sienten como inapropiados, desagradables, indeseados, causando mucha ansiedad y malestar. Son pensamientos que van en contra de las creencias y valores personales y es por esto que provocan vergüenza y culpa. Esto lleva muchas veces a que quienes lo padecen, no hablen de sus síntomas, por miedo a que no se los entienda y se los rechace. Como consecuencia, en varios casos tardan muchos años en consultar a un profesional, cargando con todo el malestar y los síntomas. 

Las compulsiones son rituales o conductas repetitivas que tienen como fin disminuir la ansiedad que generan esos pensamientos o imágenes. Los mas comunes tienen que ver con lavarse las manos de manera excesiva, controlar la llave de gas o la cerradura de la puerta, contar una cifra o ciertos objetos una y otra vez. Todas estas compulsiones producen malestar, perdida de tiempo, y afectan también las actividades sociales, laborales. Los pacientes se resisten a estos rituales o actos mentales, pero no pueden dejar de hacerlos, porque aparece la idea de que algo malo puede suceder si no se realizan. 

Es importante aclarar algo en este punto. Muchas veces observo que los lectores, al leer artículos como este, se identifican en algún síntoma y se encasillan en el trastorno. Mas de uno quizás en este momento, mientras lee, estará pensando: "soy re ordenado"; "yo también controlo si cerré la puerta o la llave de gas";¿Tengo entonces TOC? No. Todos tenemos pensamientos intrusivos o podemos ser mas o menos ordenados, pero esto no significa que tengamos TOC. Puedo ordenar algo cada vez que lo veo desordenado, pero no pienso que algo catastrófico va a suceder si no lo hago. En el TOC los pensamientos son inaceptables, intolerables, y los rituales no pueden posponerse, porque aumenta la ansiedad y la creencia de que algo malo ocurrirá si no se llevan a cabo.

Otra característica importante en cuanto a la sintomatología  es la responsabilidad de daño. Creer todo el tiempo que uno es responsable de un daño, o de no haberlo evitado. Además hay poca tolerancia a la incertidumbre, a la duda, se necesita la certeza siempre. 

Es importante entonces cuando aparecen estos síntomas, consultar con un profesional y no quedarse en la vergüenza y la culpa. Si bien la medicación es un pilar fundamental en este trastorno, hay que trabajar de manera interdisciplinaria, conjuntamente con la Terapia Cognitiva. El TOC se padece, se sufre mucho, pero con un tratamiento combinado podemos convivir mucho mejor con este trastorno y mejorar la calidad de vida.

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