Seis empleados quedan trabajando en la fábrica de alfajores Estancia El Rosario, una de las más tradicionales de Córdoba . En los últimos días Alan Horwitz, su dueño, despidió a 26 por la caída de la actividad. "Se tuvo que reducir personal; no analizamos cerrar", dijo a LA NACION.
Estancia El Rosario lleva 95 años en el mercado y no comercializa sus alfajores a través de kioscos, no lo hizo nunca a lo largo de su historia. Llegó a producir 8,5 millones de unidades anuales pero la creciente competencia y la caída del consumo complicó el negocio.
La fábrica es parte del circuito turístico del Valle de Punilla (está enLa Cumbre ); cuenta con un parque de aventuras, un restaurante en temporada y una confitería. Aunque su capacidad instalada alcanza para nueve millones de alfajores al año, la ocupación está a la mitad o menos.
Horwitz prefiere no dar datos de producción ni de cómo seguirá el proceso después de los despidos; se limita a decir que no habrá cierre. A su producción de alfajores, dulce de leche y mermeladas le sumaron galletitas hechas con las tapas del alfajor sabor a limón y bañadas en chocolate. El objetivo fue abrir el mercado, lo mismo que una prueba de delicatessen saladas que realizaron.
Desde hace más de un año hay rumores de cierre, los que siempre son rechazados por el propietario. Los empleados hace tiempo que plantean que cobran fuera de tiempo; hubo una toma de la planta y plantearon la posibilidad de convertirla en cooperativa.
Horwitz compró la empresa en 2014, cuando atravesaba un conflicto ya que el propietario había despedido a la totalidad de empleados con la intención de cerrarla; intervino el Ministerio de Trabajo y el dictó la conciliación obligatoria. El acuerdo implicó la continuidad. El objetivo inicial fue alcanzar una producción diaria de 60.000 unidades; al poco tiempo comenzaron los problemas.